Querido diario, miau.

Todo empezó cuando Karen sospechosamente nos dejó en la casa de su madre. Entre las cajas y la nueva iluminación, algo definitivamente olía mal. Karen siempre ha tenido ideas catastróficas, como cuando trajo al microbio, o cuando se le ocurrió hacernos la bañación. Asi que me puse 100% alerta.

Cuando Karen nos vino a buscar a la casa de su madre, percibí una oportunidad de venganza: molestarla mientras intentaba meternos en las mochilas. Kiara y yo intentamos hacerle un michi ataque, pero fue en vano, terminamos atrapadas. Cuando salimos, pensé que regresaríamos a nuestro hogar. Pero, ¡KE KEE! El paisaje no era el usual y, entre árboles y semáforos, empexé a temer que Karen nos estuviera secuestrando. ¿Acaso iríamos al veterinario? ¿O peor aún, nos estaban traficando? ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Mayday!

Pero al llegar al destino, mi mundo se derrumbó. Esa claramente no era mi casa. ¿Era una venganza? ¿Había hecho demasiado bulin a Karen? No importaba cuánto negara la realidad, estábamos en terreno desconocido. Y en medio de este drama, Kiara tuvo una revelación: «yo creo que nos cambiamos de casa.» Ay Kiara, siempre tan ridícula.

Pasaron días, y tras inspecciones exhaustivas, me di cuenta de la cruda verdad. No estábamos de vacaciones. Era un nuevo hogar. La traición de Karen fue de proporciones nunca antes vistas. De tener un reino, pasé a estar en estado de shock total.

Sin embargo, después de un tiempo de duelo, me recompuse. Era momento de reclamar este nuevo territorio. Kiara y yo organizamos un torneo para determinar la verdadera reina del hogar.

Puedes revivir esta historia con mi dramática narración y performance en nuestra película «Un cambio de alto impacto», en nuestro canal de Youtube.

Sakura, marzo 2021